Me levanto, como cada mañana a golpe de “Dogs days are over“ de Florence and the Machine, lavado de cara, crèpe de avena y café bien cargado y poder afrontar la avalancha de to-do’s pendientes para el día.. Hasta que el móvil me avisa que es lahttps://amzn.to/2WRKutg hora de la sesión de ejercicios para tonificar diariamente el cuerpo con posterior ducha y make up express correspondientes y a ponerse en marcha con el oot anteriormente preparado junto con el tupper de la comida para el medio día, ¡of course!
Y cuando dan las 5.30, hora punta de salida y vuelta a casa para poner un poco de orden, organizar el día siguiente y un poco de running hasta la hora de volver a arreglarse, que esta vez toca la inauguración de un nuevo local de tapas y música en directo y ya sabes lo que supone: comer cosas “que no debería” y algún Riberita, entre vaso de agua y vaso de agua.
Una vez en casa, hogar dulce hogar y con los pies que ni los siento toca recapitular el día, ejercicios de agradecimiento, meditación o algún postcad relajante que me deje frita y ya solo soñar y esperar a ver a que me tiene preparado mi querida ciudad que tanto me encanta.
Y dime, ¿Cómo es un día en tu ciudad? ¿La cambiarías por otra?
Mil gracias por tu tiempo leyendome, Cheers!