Pero más importante aún es hacer una de tareas o metas pendientes que llevan sin solucionarse un tiempo y que nunca tenemos tiempo para hacer.
Por eso uno de mis rituales de fin de año es hacer una lista con todas esas cosas que o bien planifiqué para el 2020 o bien llevo tiempo deseando ver terminadas, pero que por unos motivos o por otros nunca acaba empezando o terminando.
Después reviso la lista y veo las que puedo comenzar ya, porque son fáciles o tienen fecha de caducidad como pueden ser: ordenar un cajón o estante de la librería, canjear un bono que me regalaron, comprar o hacer ese detalle que tengo pendiente para esa persona.
También es recomendable descartar de una vez y para siempre algunas que, siendo honesta contigo misma, sabes que no vas a hacer o que ya no «te llaman» como antes, mejor olvidarse entonces de esas e ir a por las que siguen estando en el grupo de tus prioridades, sueños o metas personales.
Y comienzo a recordar lo bien sienta empezar a tachar cosas ya terminadas o metas alcanzadas y me entran unas ganas locas de terminar lo empezado y hacer desaparecer esa sensación de tener cosas por hacer desde hace tiempo. y sentir la satisfacción de conseguir lo que te habías propuesto.
Para mi, no hay nada más liberador y renovador interiormente como hacer una buena limpieza,
¿Estás de acuerdo?
Mil gracias por dedicar un ratito a leer mis reflexiones y Feliz Año nuevo!!
…Nos vemos en las redes!